• (+34) 636 866 787
  • Charo
  • info@entrefrutales.com
Casa Rural | Entrefrutales
Casa Rural | Entrefrutales
Casa Rural | Entrefrutales
Casa Rural | Entrefrutales
Casa Rural | Entrefrutales
Casa Rural | Entrefrutales

TESTIMONIOS DE VIAJEROS

A continuación dejamos una muestra de algunos testimonios de viajeros que han pasado por Entrefrutales.
Podrás ver muchos más en este enlace.

Hace unas semanas decidimos pasar un fin de semana en familia buscando un poco de paz y encontramos el lugar ideal. Una casa con muchísimo encanto, regentada por unas personas que han sabido darle un sello muy especial.
Todavía si cierro los ojos, me parece saborear las riquísimas mermeladas caseras de los desayunos (las probé todas), las uvas de las parras del patio, las pinturas que marcan cada estancia, las lecturas en silencio en el solárium al atardecer, la preciosa habitación donde nos alojamos (El Manzano) con aquella cama enorme y mullida, el jacuzzi… La sorprendente bodega! Aunque nada de esto tendría valor, si no hablara del alma de la casa, que eran Charo y Tomás, que desde el minuto cero nos acogieron con muchísimo cariño, pendientes en todo momento de lo que pudiéramos necesitar. Conociéndoles, te das cuenta al instante, del cariño y mimo que han puesto en cada rincón de la casa, en su trabajo artesano y personalizado con cada viajero, en la decoración sencilla y exquisita, sin aspavientos que hace que el lugar cobre un valor especial y resulte agradable al viajero. Grandes conversadores, que hacen de los desayunos el momento fantástico del día.
Bravo Charo y Tomás!! Habéis conseguido que tengamos un recuerdo imborrable de la estancia en Entrefrutales. Gracias por hacernos sentir en familia.
…..Qué pena… tengo que abrir los ojos…. Estamos en la ciudad de nuevo…. Volveremos!

Familia con niños Fecha de estancia: 12 sep 2014

Porque es eso lo que vais a hacer en la casa de Tomás y de Charo. Nos encanta viajar y conocemos unos cuantos hoteles y unas cuantas casas rurales y es fácil afirmar que en ninguno de los lugares que han sido ejes de nuestros viajes nos hemos sentido como en este precioso rincón del mundo.
Cuesta un poco encontrar lugares donde se descanse tan bien, más todavía que la limpieza sea absoluta, e incluso mucho más donde se desayune de manera tan deliciosa.
Pero encontrar un lugar con la calidez y la calidad de este lugar, fruto del trabajo y la pasión de sus dueños por una casa que respira, que tiene personalidad propia, se antoja una tarea casi imposible.
Si describiera un poco más la casa, y aquello que podéis hacer, o mejor dicho, vivir en ella y en su maravilloso entorno, sería como quien adelanta el final de una maravillosa película. Por eso sólo quiero dar las gracias a sus dueños e invitaros a que los visitéis como quien espera quitar con impaciencia el lazo de un regalo que lleváis esperando mucho tiempo.

En pareja Fecha de estancia: 22 agosto 2014

Fue la primera vez que visitábamos una casa rural. Queríamos ir al Monasterio de Piedra y "Entrefrutales" daba el perfil de lo que veníamos buscando. La experiencia superó nuestras expectativas.
La estancia inmejorable. Habitación muy acogedora y limpia. Con una terraza donde se respira tranquilidad y se disfruta del silencio. Bodega espectacular que sin duda es el tesoro de Tomás. Desayunos familiares con mermeladas caseras de todos los sabores.
Mención especial para los anfitriones, Charo y Tomás, que te hacen sentir como en casa. Nos despedimos encantados de haberlos conocido. No cambiéis nunca porque vuestra simpatía y amabilidad son el alma de "Entrefrutales".

Maricarmen y Luis, Alicante. Fecha de estancia: 30 agosto 2013

La Vilueña es el pueblo natal de mi padre y en él he pasado varios veranos de mi infancia de los que tengo muy buenos recuerdos, por diversos motivos y obligaciones hace años que no iba al pueblo y hace poco decidimos ir a pasar un fin de semana con mi hijo, Daniel, de 6 años.
La sensación que recuerdo de mis días de niñez en La Vilueña es libertad, y es algo que quería que mi hijo experimentara en primera persona.
Nos alojamos en Entrefrutales, situada en el mismo pueblo, y desde el momento en el que entras por la puerta te sientes como en casa, es difícil, más en los tiempos que corren encontrar gente como Charo y Tomás, a los cuáles no tenía el gusto de conocer, tan amable y hospitalaria y que decir de su casa...
Las habitaciones son muy amplias, y con toda clase de comodidades, aire acondicionado, televisor, baño completo independiente para cada habitación, me sorprendió y gustó mucho la temática de las habitaciones ya que cada una recibe el nombre de un árbol de la zona y están decoradas como la fruta del árbol, con colores, pinturas y cuadros, en nuestro caso, estuvimos en "El melocotón".
Por la mañana se sirve el desayuno, acompañado de los demás huéspedes de la casa, un momento ideal para conocer a otras personas y en el caso de los niños de hacer nuevas amistades de juego y pasar un día especial en la piscina o en el jardín de la propia casa, mientras los "mayores" degustamos unas mermeladas que serán, si es que ya no lo son, legendarias, sinceramente divinas.
Cuando le pregunté a mi hijo Daniel que le había parecido la casa, dijo: "Papi, este es el hotel más bonito del mundo" y está como loco por volver.
Después del desayuno, Tomas nos enseñó la bodega que está en el subsuelo de la casa, se trata de una autentica bodega como las de antaño, para mantener el vino en su grado óptimo de temperatura y humedad de la forma más natural, digna de ver.
Es la mejor elección para alojarse y visitar la zona o simplemente para pasar unos días de relax en familia.

Javier Sebastián Monteagudo Fecha de estancia: 2013

Casa entrañable en la que según entras por la puerta te recibe la calidez de Charo y Tomás, personas cercanas y humanas, que desde el primer momento te acogen en su casa como uno más.
Descubrir Entrefrutales, es descubrir un lugar donde relajarse con tu pareja, familia o amigos; es una experiencia que merece la pena ser vivida y compartida ya que si dejas que fluya, cada minuto te aporta vivencias duraderas.
Y desde luego sabes sin duda que será una experiencia repetida.

En pareja Fecha de estancia: 12 jul 2013

El pasado mes de Junio hicimos nuestra primera escapada en familia, con nuestro bebe de 3 meses. Elegimos Entrefrutales por ser una casa rural que nos ofrecía las comodidades de estar en tu propia casa y además estaba cerca del Monasterio de Piedra, que queríamos visitar. Nada más llegar, Charo, nos ofreció cerezas, típicas de la región y una limonada hecha por ella. Esto ya nos daba una idea del magnífico trato que íbamos a recibir.
Y no nos equivocamos. Porque estar en Entrefrutales es estar en tu casa. Es estar con tu familia del pueblo, la que visitas en vacaciones y que está deseando verte. Así te hacen sentir Charo y Tomás, porque aunque es su casa, te sientes como en la tuya. La casa esta equipada con todos los detalles, todo lo que necesitas. Y qué decir de los desayunos de Charo, eso son desayunos de 5 estrellas. Las mermeladas caseras...Charo tiene un don especial con ellas, yo no soy de mermeladas, pero ir y no probarlas es un pecado. La mermelada de fresa y cerezas, la de tomate, de ciruelas...en fin, la que quieras esta buenísima. Tomás además nos llevó a su huerto, que cuida con mucho cariño y esmero, allí tienen plantados árboles frutales, verduras, hortalizas. Luego nos enseñó la bodega de la casa, que esta escavada a 8 metros de profundidad en las entrañas de Entrefrutales. Lo hizo con una pasión y una emoción que se nota que todo eso lo hace con cariño, como todo lo que hay en Entrefrutales, todo esta hecho con detalle pasión y cariño. El trato hacia nosotros fue impecable y hacia nuestro peque, maravilloso. Muchas gracias Charo y Tomás, sin duda volveremos en cuanto podamos.

Familia con niños Fecha de estancia: 26 jun 2013

Es la segunda vez que venimos a 'nuestra' casa y digo 'nuestra' porque, como en la primera, nos hemos sentido como en nuestra casa, tanto es así que veníamos para pasar dos noches y, al final, nos quedamos tres.
Esta vez hemos estado con nuestros hijos en la habitación 'La Vid', una habitación magnífica en la que nos pusieron dos camas supletorias para ellos y en la que estuvimos muy cómodos.
Como la habitación de la otra vez 'El Manzano', 'La Vid' es una habitación muy acogedora, amplia, cómoda, con mucho encanto y en la que los detalles están muy cuidados.
Te permite sentirte en el ambiente rural sin perder las comodidades de la gran ciudad.
Y otra vez hemos disfrutado de los esplendidos desayunos a base de bollería de la zona y de las maravillosas mermeladas de Charo: ciruela, tomate, cebolla, ... a cual más rica.
Como la primera vez, Charo y Tomás encantadores y atentísimos. Siempre dispuestos a indicarte lo que puedes visitar, donde puedes comer o cenar, que no te puedes perder... una delicia de anfitriones.
Esta ha sido la segunda vez que venimos y seguro que habrá una tercera... ¿qué habitación nos tocará?
Muchas gracias Charo y Tomás por hacernos tan agradable nuestra estancia.
Muchas gracias por permitirnos seguir con ese pedacito de amistad que ya nos llevamos la primera vez.

Alejandra, Guillermo, Susana y Nacho Fecha de estancia: 02 mayo 2013

Mi pareja y yo decidimos emprender un viaje aventurero de una semana en bicicleta.
Después de un día duro decidimos acampar para pasar la noche, pero no pudo ser debido a la lluvia, llegamos a un pueblo y no encontramos alojamiento y de casualidad entre los papeles que llevábamos encontramos un número de teléfono que correspondía a la casa rural entre frutales. Estábamos a 4 km. Estaba diluviando y era de noche.
Fue toda una aventura pero valió la pena puesto que la recompensa fue gratificante. Nos acogieron muy bien, nos invitaron a cenar. La habitación muy acogedora. Esa noche descansamos de ensueño y a la mañana siguiente nos tenían un desayuno preparado a base de productos naturales como las sabrosas mermeladas para todos los gustos ya que hay como 8 ó 9 sabores diferentes y elaboradas por nuestros amigos Charo y Tomás dos personas muy entrañables que nos ofrecieron toda su confianza. Esperamos volver algún día con más calma y poder disfrutar de todo.

En pareja Fecha de estancia: 27 mar 2013

El ritmo de trabajo en la gran ciudad es muy estresante y necesitábamos desconectar un poco. Reservamos alojamiento en casa Rural Entrefrutales y Charo, que es un encanto, nos informó exhaustivamente de todas las cosas que podíamos ver en el entorno. Así que decidimos marchar con nuestros hijos a visitar El Monasterio de Piedra. Es un lugar maravilloso y el recorrido entre cascadas y árboles centenarios te deja relajado.
La Casa es preciosa y está limpísima. Nos llamó la atención que cada una de las habitaciones tiene el nombre de un frutal y está decorada con muchísimo gusto. En el patio hay unas pinturas espectaculares y nos gustó de forma especial una escena dedicada a la siega. Por la mañana te despiertas con el cantar de los pájaros y todo rezuma paz y sosiego. El desayuno nos encantó por lo bien decorada la mesa y la cantidad de cosas que se nos ofrecían. Disfrutamos mucho con las mermeladas, que hay una gran variedad, todas ellas hechas con la sabrosa fruta del pueblo y elaboradas por Charo. El clima que se respira en esos momentos es muy acogedor y de gran cordialidad gracias a la presencia y acogida de sus dueños. Al terminar el desayuno Tomás, con el humor que le caracteriza, nos enseñó la bodega de la Casa y nos sorprendió lo grande que era, así como el estilo tan original de su decoración. Volvimos a Madrid relajados y con la sensación de haber vivido una experiencia inolvidable. Gracias, Tomás y Charo. Volveremos.

Fredy, Gladis, Sebas, Frank y Álvaro Fecha de estancia: 08 dic 2012

Cuando entre-frutales es entre-amigos el descanso es mayor y el recuerdo al despedirse deja un poso de plenitud. Así ocurre en la Casa rural Entrefrutales de La Vilueña (Zaragoza): Un matrimonio de Madrid, otro de Barcelona, otro de Navarra, otro de la Rioja, otro de Miranda de Ebro y los Dueños, Charo y Tomás de Zaragoza; desayunando juntos en torno a la misma mesa, compartiendo vivencias, conociéndonos, invitándonos… No hablamos de política ni comparamos regiones, sencillamente nos miramos y nos dejamos ver, porque nos sentíamos en familia.
Entrefrutales es otra cosa, es un 10.

Fanny Morales Fecha de estancia: 05 dic 2012